Plaza Biblíca en Antofagasta

REFLEXIÓN EN EL DÍA DE LA BIBLIA

Saludo a los Señores Senadores, Diputados, Señora Intendenta Marcela Hernando Pérez, Señor Gobernador Provincial don Arnaldo Gómez Ruiz, Señor Daniel Adaro Silva Alcalde de la Ilustre Municipalidad de Antofagasta, Autoridades Civiles y Militares.

Hoy los cielos, esta tierra, este vasto mar y todos nosotros somos puestos como testigos para contarles a nuestras generaciones futuras que el día 31 de octubre del año 2007 a las 11:00 hrs., de la mañana. Se escribe una nueva historia para el pueblo Evangélico en esta ciudad, en su día Nacional conforme al Decreto 142 firmado por el Ex Presidente de la República. Don Ricardo Lagos Escobar, el 26 de Diciembre del año 2005.

Desde hoy, este lugar se convierte en casa de Dios y puertas del Cielo conforme a lo expresa el libro de Génesis 28:16-18.

¡Qué tremendo momento vivió Jacob! ¡Qué tremendo momento estamos viviendo nosotros hoy! Conforme a la palabra leída.

Cuando la Biblia dice que este lugar es un lugar terrible. No esta diciendo que será un lugar de terror; o pánico; sino que será un lugar lleno de la gloria de Dios. Aquí se respirara la paz y el amor de Jesucristo, sobre todo por que se reunirá su pueblo el que fue comprado a precio de sangre y donde libremente podremos darle a Dios la honra y honor que él se merece.

Para nosotros los creyentes en Cristo, como sus fieles seguidores, solo nos corresponde darle gracias, por este acontecimiento que se convierte en un hito histórico en nuestra ciudad y país. Como también podríamos decir que hoy recibimos el justo reconocimiento a la labor desarrollada por el pueblo Evangélico desde los albores de la Independencia cuando El Libertador Bernardo O” Higgins permite la entrada de las Sagradas Escrituras para que esta fuera usada como el primer silabario de educación de las escuelas primarias llamadas de las primeras letras (mediante el sistema Lancasteriano) consiguiéndose con esto la reapertura del Instituto Nacional en 1819 y de la Biblioteca Nacional en 1820.

Al recibir esta hermosa bendición que naciera en el corazón de nuestro alcalde Don Daniel Adaro Silva, de darle un reconocimiento al pueblo Evangélico, construyendo una plaza conforme a un sueño que tuvo, según lo expresado por el. En ese sueño recibió el diseño de cómo debería ser esta plaza. Creo que ese sueño no fue una mera casualidad sino que fue una revelación divina de parte de Dios, porque era necesario y tiempo de darle a este pueblo que trata de vivir conforme a lo ordenado por Dios en su Santa Palabra. Dignificando con esto a la ciudad y nación, este pueblo que muchas veces ha sido postergado y marginado por todos los estamentos de la sociedad, simplemente porque sus principios son distintos al común denominador; principios que están basados en las Sagradas Escrituras, donde se nos enseña de cómo debemos vivir en esta tierra, pues nuestra fe solo esta centrada en nuestro Señor Jesucristo como el modelo de vida para nuestros hogares y familia. Algo que nosotros deseamos sea una realidad en nuestra ciudad como en toda la nación.

Así como don Daniel, pensó que somos personas dignas de respecto y muy importantes en la vida de la ciudad, con esto se le esta diciendo a todos los medios de comunicación tantos escritos, televisivos y radiales, que existimos y que somos la única institución que tiene el poder transformados de parte de Dios para nuestra ciudad.

Hoy al firmar este pacto de construcción de la Plaza Bíblica, como será su nombre, en honor al único libro inspirado que contiene las verdades de Redención, Salvación, Vida Eterna y el poder transformador de las vidas humanas, valores que tanto necesitamos en este tiempo. La Biblia nos declara que todo esto es posible solo a través de Nuestro Señor Jesucristo.

Que hermoso es pensar que este lugar será un legado que le dejaremos a nuestros hijos, nietos y a las próximas generaciones como Pueblo Evangélico, por haber permanecido en la fe de Jesús nuestro gran Redentor.

Al concluir doy gracias a mí Dios por haberle revelado a nuestro Alcalde una Visión Distinta en su diario que hacer.

Don Daniel muchas gracias a usted, y Municipio. Sepan que lo que hacen no es para nosotros sino para Dios. A él sea la honra la gloria y el honor Amén.

Dios les siga bendiciendo grandemente.